23 de diciembre de 2020

La huelga de las manipuladoras hortofrutícolas se extiende por toda la provincia



ALMERÍA provincia - La huelga general de las trabajadoras del manipulado de Almería,

convocadas por las centrales sindicales CC.OO. y UGT, ya es un hecho. Después de dos años de negociación, y cuatro reuniones en el SERCLA no han sido suficientes para evitarla. La propuesta de la patronal de llegar a un acuerdo " a coste cero ", según los sindicatos, ha supuesto mantener la convocatoria para los día 23, 24, 26 y 28 de diciembre, en plenas fechas navideñas.

  El conflicto más bien parece recrudecerse. El día 20 de diciembre, en una manifestación en El Ejido por los " derechos laborales y sociales de los trabajadores del campo y migrantes",

convocada por el Sindicato de Obreros del Campo - SAT, se hacía público su apoyo a la huelga con una tabla reivindicativa propia, a pesar de no estar en la mesa de negociaciones del Convenio. Denunciando que "la patronal propone medidas tan draconianas como restablecer la ” jornada de 48 horas semanales, pudiendo aumentar por Covid a 10 horas/ día”, una hora de aportación gratuita de los trabajadores, por las supuestas pérdidas de las empresas con los trabajadoras dadas de baja por la pandemia. Unas propuestas con las que tratan de legalizar la situación de precariedad, bajos sueldos y abusos en el sector ". Además otras entidades se
han sumado a la huelga, como la plataforma de facebook S.O.S. Envasadoras Hortofrutícolas de Almería o la Asociación de mujeres del envasado " Guantes de Colores".
Días antes de la convocatoria, CC.OO. y UGT habían realizado una concentración de Delegados de empresa ante la sede de la patronal COEXPHAL y el día anterior a la convocatoria, una caravana de vehículos para presionar a un acuerdo.
Este 23 de diciembre a las 5 de la mañana, cientos de envasadoras, se lanzaban de piquetes informativos en los Campos de Níjar y El Ejido, a las puertas de las principales alhóndigas. Donde la presencia de la Guardia Civil se hizo habitual. Aunque la falta de incidentes la hizo innecesaria. salvo en algunos casos en que algunos empresarios aprovecharon para hacerse presente en la puerta con protección. Entre los pequeños incidentes que se dieron, se encuentra el de un empresario que salió con una mascarilla con la cara de Franco y la bandera aguilada impresa, o un jefe que arrolló a una delegada porque impedía el paso.
Fuera de estos incidentes, los piquetes desarrollaron su labor de forma pedagógica: entregando octavillas con las reivindicaciones y explicando la necesidad de que se unan a la huelga.
En muchas alhóndigas la mayor parte de las empleadas no acudió al trabajo. Pero era notable el miedo y la falta de información entre las que acudían: muchas eventuales que se habían contratado, otras a las que ese contrato les suponía la Residencia, en un sector muy feminizado con mayoría de mujeres migrantes. Y con enormes irregularidades laborales.
"Esto es una huelga política que viene de los propios sindicatos, que no viene de los trabajadores, y lo hemos visto con la nula incidencia de la huelga en Almería", ha manifestado ante los medios el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández. Unas declaraciones poco esperanzadoras, y que implican que la patronal no va a ceder en ninguna de las demandas.
Para los días 26 y 28 de diciembre está previsto que sigua el paro. Todo parece indicar que el acuerdo esta muy lejos. Y que el conflicto va camino de enquistarse o incluso, agravarse. Pero después del estallido no parece que tenga marcha atrás.



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